Los días ahora saben a oficina, a PC, a soniditos huecos del teclado. Huele a orden y a desorden. Huele a papeles técnicos encima de una mesa, y a papeles digitales dentro de una pantalla. Los días ahora son días sin tiempo, sin sol, con sol blanco y alargado encima de cada cabeza. Cada hora se pierde en el abismo del cumplimiento y la responsabilidad, se consume, se fuma por sí misma. Huele también a café de máquina automática, a cucharilla de plástico, a moneda que cae por las tripas de un armario eléctrico, y semi-inteligente. Ahora no hay marcha atrás, ni se necesita. Ahora la prisa, el veloz suceder de los minutos iguales a todos los minutos.
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4 comments on “Días de oficina”
Hola ana¡¡
Gracias¡
Gracias Kerala¡¡
No queda otro remedio.
Un abrazo¡
Es el precio que se paga por la productividad monetaria, la compra del tiemp oajeno, el encierro cotidiano en la cajita iluminada de la oficina.
Me alegro a pesar de eso, por ti, que ya estas de nuevo dentro del mundo laboral.Suerte y a buscar los momentos en que ababa la jornada para hacer mas tuyo el tiempo.
Me alegro mucho por ti. Encontrar el trabajo significa satisfacciones diversas, mas cuando uno tiene hijos. La parte del bloqueo de la creatividad individual es otra. El ser una abeja más, cala hondo cuando uno sigue el vuelo de la reina o cuando se sienten en días el cuerpo como parte de una colmena donde la cercanía no tiene más cara que la de una taza de café, pero así come tu hija y tú con los días, irás encontrando mejor sonrisa a lo Mismo.
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