Skip to content

Un villancico para no cantar

Navidad, navidad,
que flotando estás

sobre cornamentas maravillosas
que impulsan trineos por el mundo
cuando mejor tirar de un avión,
nave de amor.

Solos ellos, en un hogar sin fuego
reclusión pandémica
así como Papá Noel tiene fiebre
en su iglú.

Y los regalos de la vida
vendrán después,

cuando la enfermedad sea un villancico,
cantado tantas veces, que pierda hasta su razón de ser.

Solo yo, por amor propio.
No hay mejor regalo que la dignidad.

Por tu amor, solo yo,
esperar y ser,
en una estación T4 infinitamente,
maravillado como los ciervos cuando vuelan en el cielo,
raudos, y amorosos.

Del espacio que nos rodea absortos,
cuando no hay nada más,
ni Navidad.

Navidad, navidad,
qué enamorada estás, de ti misma.

Por tu amor,
el calor de un árbol de Navidad
triturado,
espanta el frío y la soledad, sin regalos,
ni pantuflas, ni notas de amor
bajo las luces,
ahora sí,
ahora no.

Pero mi regalo de Papá Noel el pocho,
vendrá volando.

Pasará en su trineo sónico por Río,
y reiremos, juntos, a pesar del mundo.

Tel Aviv próximo destino,
más te vi alegre y brillante,
como las luces cálidas de Navidad de tu árbol,
con pantuflas, notas de amor,
y regalos.

Miami confirmó la excepción,
y New York, DF, confirmarán además,
Navidad, Navidad.

Navidad, Navidad,
dulce y azucarada Navidad.

ACabrera. 25/12/2021