Ok¡ Ah¡ La desidia.
Venir de la naturaleza como una hoja muerta, o como un trozo de primavera en formol. Dejar que pase el tiempo sentado yo en el sofá de la sala. Masticar minutos como chicle sin sabor.
Agüero se está convirtiendo en un refugio. Un hueco en la idiotez puede ser un bonito pueblo del Pirineo aragonés. Ok¡ Ocurrió una tormenta modelo de diluvio. Todos los caminos que emprendimos salían de Agüero, y regresaban. Mi niña era una delicia, y se convirtió en flan con un simple gusano de tierra.
Ah¡ Los cubanos. Ebullir de la paz y encontrar al cotarro masticando hierbas. Mate. Infusión y pérdida total de tres partidos de ajedrez en el corazón del bar del pueblo. Todas las pérdidas duelen. También la voluntad cubana unida de cambiar aquello.
Ah¡ Vaguear¡ Permitir que mis dedos se engarroten, quitarles las teclas, por el bien social de estar en paz conmigo mismo, estudiar, prometerme una tuerca futura libre de óxido.
¿Quién da más? La ley es igual para todos. O eso dicen.