Escenario A – ¡Mjhkilgrty bolog hnmbjh et unftgnbh! – dijo la madre rumana a su hijo casi adolescente. Estaba yo en el autobús. No hacía falta entender nada. El chico comenzó a fruncir el ceño hasta que finalmente se le pusieron los ojos rojos y acuosos. Entendí que cada estampa de la ciudad reafirma que […]