Israel y Gaza

Fuente Foto: Vegamediapress

A la hora de los telediarios nos sentamos en primera línea frente al televisor, y mientras comemos una pizza, una cerveza, quizás palomitas, vemos impasibles como mueren la gente de Gaza, imágenes durísimas de gente sin cabezas, sin manos, sin pies, niños que dejan de ser niños, para terminar en la camilla de una morgue de tres en tres y con los ojos aún abiertos de espamo y terror.

Y nadie hace nada. Tan solo unas manifestaciones tímidas en algunas ciudades europeas, porque el problema, la guerra, la muerte en forma de arma de calidad y supermoderna, queda lejos, y es algo tan cotidiano y tan duro, que cambiamos el canal para ver programas vanales, o conocer de primera mano el tipo de ropa que usa no se quién en no sé dónde.

¿Cómo es posible que no exista una respuesta internacional contundente a Israel? ¿Cómo es posible que aún existan ministros que justifiquen tan desmesurado ataque, que comparen indirectamente una bomba casera, como quién cocina un dulce en casa, con las armas del siglo 22, la repostería profesional de una industria?

Israel tiene la escusa perfecta para borrar del mapa a los palestinos. Su respuesta es desproporcionada a la N potencia. Su respuesta es tan desquiciadamente loca y abusiva que no tiene comparación histórica. Pero nadie puede decir nada, ni siquiera la ONU. Nadie puede hacer nada por impedirlo, porque la oportunidad de vetar, impedir, juzgar post-guerra, se perdió con la guerra de Iraq por parte de Estados Unidos, Inglaterra y España, desgraciadamente. Guerra ilegal por encima de la ONU, o más bien, apartando con un manotazo a la organización de países, la supuesta organización que debe velar por la convivencia de las naciones.

A día de hoy no existe moral, ni huevos, de parar a Israel. No existe nación, ni organización internacional, que pueda imponer la paz. Este sería un buen momento para desplegar una fuerza militar internacional para vigilar a Israel y Gaza, los famosos cascos azules. ¿Por qué no van rápidamente a la zona para impedir, al menos mínimamente, la pornográfica mantanza? ¿Qué les detiene? Los países se limitan a emitir declaraciones de Stop, paren esto, como si con eso fuesen a salvar vidas.

La actitud de Israel es de una desvergüenza tal, que igual mañana el resto del mundo amanece mono, o perro faldero. Quizás mañana no exista vergüenza suficiente para mirarnos las caras.