Miro al espejo
que podrías ser tú
pero no eres
Sin embargo me interrogan tus ojos verdes en el mundo de Oz
el que no está ni por asomo
ni aunque me asome al espejo
que podría ser yo
Estaría bien desembarazarme de mi imagen
y otorgarte como se otorgan los problemas
arrinconados en un cajón,
y ponerles un lazo para que cojan polvo.
Simplemente eso.
Atados y polvorientos.
Empolvados y ajados
mis problemas cuánticos.
Estaría bien volar.
Y caer.
Miro al espejo
que podría ser yo
pero no soy.
Estaría bien caer del guindo.
Y volar.
Dije una vez al aire, que no soy
y quizás podrías ser tú,
sin embargo no lo sé así como no sé muchas cosas todavía —
mi alma gotea agua de coco con sabor a menta.
Dije también algo que el viento trajo de vuelta.
Dije tal vez, me late, aún no sé dónde,
el insoportable ardor de la belleza.
Dije que hace mucho, pero mucho tiempo, hubo una vez,
y a la segunda vez escribía bajo las estrellas sulfurosas de la Habana.
El aire caliente y húmedo de entonces trepaba en mi
como el vaho de los baños, los espejos devolvían fantasmas.
Dije, y podría decir aún mucho más.
¿Qué es exactamente un pasatiempo?
¿pasan tus ojos verdes como el tiempo?
¿el tiempo verde florece cuando pasan tus ojos?
¿pasa el tiempo?
Pasa, pero no lo tenemos.
Miro al espejo
y creo que soy yo.
Pero no lo sé.
Amaury Cabrera 2021