Si ves un perro que enseña los dientes, lo más probable es que no le pongas la mano cerca, porque existe una experiencia anterior tuya o de otros de lo que pasaría al poner una mano delante de la boca de un perro. Sin embargo, puede ocurrir que el perro en sí no muerda, ni sea fiero, o tenga una enfermedad que le hace enseñar los dientes todo el tiempo. Desde luego, si no pones la mano no podrás saberlo. El problema entonces se desplaza al porqué habría de comprobar si el perro muerde o no. He aquí dónde cada cuál decide qué hacer según su relación con las personas que el perro ha mordido anteriormente, o con el dueño, o con el perro mismo. Sea lo que sea, lo que está claro es que hay que disponer de la mayor información posible para decidir qué hacer. Y dentro de Cuba, si toda la información viene sesgada del mismo lado, el del Gobierno, lo más probable, es que nadie ponga la mano delante del perro.