El cisma de tu respiración crepita en mí,
como aceite.
Una falsa paz entretenida
de furibunda sed a espanto,
a llanto,
equilibrista de mástil,
de circo,
elefantes que vuelan,
narices rojas de alabastro.
No hay sosiego.
No leve.
No hay adjuntos de tu naturaleza.
Tan solo una palabra breve para olvidar.
Tan solo una voz amplificada de otoño,
muriendo de hojas.
ACRey (2004)