Ando en un estado seminconsciente de la vida en los albores de la mitad de un siglo.

Raffaella Carrà venía a menudo a casa, en una tele Caribe, de tubos, en blanco y negro. Animaba a todos y nos ponía color. Había un programa musical cubano llamado Colorama, y Raffaella se alternaba con Michael Jackson en un torbellino televisivo sin ningún lugar a dudas.

No creo en la verdad a la carta según el punto de vista. A veces lo que está mal es la pregunta. Por ejemplo, la Teoría de la Relatividad respondió a esas dos verdades de los puntos de vistas en movimiento o estático de un cuerpo. La solución es dejar espacio a otras verdades.

Uso horario español. Toma el sentido que quieras. Alan se levanta y se estira como las velas de la Pinta, hasta saca su barrigota hacia adelante cuando recibe los vientos del Atlántico. Comienza un nuevo día, que pinta poco. Los lunes son lunes y tontos.

Está bien esto de hablar a la pared.

Sigo imaginando ese estado de buena Esperanza y buena Ventura en el que podrías estar. Todo lo demás, incluido al triste y simplón de Alan, para la batidora. Luego echa hielo.

Aún arrastro creo el síndrome leninista de los domingos tardes. Agotado y con la sensación constante de que algo me pierdo. Buscar en mi blog: Lenin. Comprenderás!

Soy más de nubes grises que mullen el cielo para sentarnos al revés. La lluvia para ti, Bruselas, y los bosques húmedos de Costa Rica.

Soy el alter ego de ACabrera. Y punto! Aunque alguien me dijo que los puntos punzantes, ni en el final.