11-M

Fuente foto: OpciónWeb
Cuando los trenes se detuvieron por obra y gracia de una guerra santa -cosa que pienso que no es Santo ni es Obra- yo estaba precisamente haciendo trabajos de mantenimiento en las vías del tren, en el tramo correspondiente entre Zaragoza y el pueblo de Ricla. 50 kilómetros de traviesas y raíles para velar por la seguridad y la velocidad contenida del AVE. Era un 11 de Marzo.
Empezaba a las 7 de la mañana en un punto de recogida para ir luego a la base, unos 15 kilómetros. Serían las 8 y un poco más, cuando el guardia de seguridad del recinto técnico nos dio la noticia y nos convidó a observar una pequeña tele.
La noticia en directo. Para qué repetirla.
Todos sentimos gran frustración. Ese día 11 M y los siguientes inmediatos, nuestro trabajo se concentró en vigilar las vías del tren, buscar objetos sospechosos, personas merodeando por las vallas de seguridad que encasillan en una cota definida toda la trayectoria del AVE.
Desde aquí, un abrazo a las víctimas y sus familiares.
¿Qué más puedo decir?