Rojas son las hojas mientras tanto, mientras la desnudez forma parte de algo mayor como la vida misma, sin filtros, sin más inercia que la belleza de un cuerpo normal como son normales las hojas.
Rojo es el color que adorna las hojas en otoño, reflejando la vitalidad de la naturaleza en su máximo esplendor. Es el mismo rojo que se encuentra en cada curva y contorno de un cuerpo, revelando una desnudez honesta y sin pretensiones. La piel se ilumina con un brillo rojizo bajo la luz de una lámpara cálida, realzando su belleza natural. Y en cada detalle, en cada textura, se encuentra una sensualidad innegable, un tributo a la vida en su forma más pura y vibrante.