Naturalmente hacía calor, bochorno, diríamos. Pero una suave brisa refrescante entraba por el cristal entornado. La ventana era un holograma de luz cegadora.
Naturalmente hacía calor, bochorno, diríamos. Pero una suave brisa refrescante entraba por el cristal entornado. La ventana era un holograma de luz cegadora.