Hoy mi niña Zoe -sin tilde, porque nos gustó el primer énfasis de algo tan abreviado como un bebé- se ha levantado, a sus casi cinco años, pensadora y pensativa, lúcida en algunas cuestiones que ya se cuestiona como la muerte, los embarazos, el nacimiento de los niños, y sin saberlo del todo, del tiempo. Todo esto en apenas una conversación de un par de minutos y en un par de oraciones.
Me dijo prácticamente así: papá serás abuelo y luego irás al cielo, y yo tendré niños y perderé tiempo porque no podré jugar. Por eso le dije que no tuviese prisa en crecer, y que aprovechase ahora todo el tiempo que tenía para aprender y jugar. Luego vendrán todas esas cosas, Zoe.
ACRey.

U like it?