Fuente foto: ABC trabajo

Se me antoja que Susan es mi querido empleo que aún no tengo el gusto de conocer. He tocado en la puerta de varias nubes, y me han entrevistado ciertos diablos, pero nada. No tengo maldad suficiente, ni méritos, y como la cosa siga así, igual nunca he existido.

Cada domingo me tapo con un periódico naranja, por eso de que hace tremendo frío. Hoy , por ejemplo, no subimos de cero grados.

Cada día mi buzón chorrea ofertas de empleo, algunas dignas, otras más dignas aún, pero nada. Y como la cosa siga así, igual nunca he existido.

Mientras, revivo al tiempo escribiendo, por eso de llevar la contraria, y no matar al tiempo jugando al ajedrez con el ordenador, o contando migrañas, muy dignas también.

Quizás tenga que pararme en la calle más céntrica de la ciudad, y gritar: ¡Susan!, a ver si viene.

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